Motivos por los que reducir el consumo de azúcar blanco: argumentos para conseguirlo y alternativas saludables

Mucho se está hablando últimamente sobre el azúcar blanco. Es malo, aporta algo a nuestro organismo, cómo afecta a nuestra salud y cómo podemos sustituirlo o intentar reducir su consumo.

Con este artículo voy a intentar aclarar algunos preguntas recurrentes en la consulta, ofrecer argumentos sólidos sobre el porqué de la importancia de disminuir su consumo y los efectos que produce en nuestro organismo este producto para edulcorar que es el más utilizado actualmente para conseguir el sabor dulce en muchas de las preparaciones que consumimos, tanto en productos procesados como caseros.
Recientemente, la OMS, ha disminuido las cantidades de azúcar permitidas en algunos productos para niños. Este es un paso importante ya que demuestra que poco a poco se es más consciente de los grandes perjuicios que provoca este “alimento”. Y lo pongo entre comillas porque creo que no lo podemos considerar un alimento.

Sólo aporta Kcal. vacías, sin ningún tipo de nutriente. El azúcar blanco, el moreno, el invertido y el glass se obtienen de la caña azucarera o de la remolacha. Después de su extracción, se refina. Y es durante este proceso de refinado que se eliminan todos los minerales que contenía. Esta situación provoca que cuando comemos este azúcar, nuestro organismo necesita metabolizarlo y para hacerlo, tiene que robar minerales de los huesos.

Este es el principal problema que supone para nuestra salud la ingesta de azúcar blanco. Pero hay muchas otras consecuencias asociadas:

 

Azúcar blanco refinado

  • Produce deficiencias de vitaminas y minerales

Por la razón que explicaba anteriormente. Si por lo contrario, comemos el azúcar sin refinar, con todos sus nutrientes, estos ayudarán a que el azúcar sea bien metabolizado por el organismo. Cuando es refinado, el cuerpo necesita extraer de otros tejidos (huesos) los minerales y las vitaminas que necesita para metabolizarlo, sobre todo las del grupo B. Y este proceso puede hacer alterar el sistema nervioso.

 

  • Acidifica el organismo

Metabolizar del azúcar blanco produce residuos ácidos que para neutralizarlos, el organismo necesita absorber otro mineral de los huesos, el calcio. Lo que puede provocar la aparición de osteoporosis.

 

  • Disminuye nuestras defensas

Ya que los glóbulos blancos no pueden actuar cuando ingerimos azúcar blanco.

 

  • Aumenta los depósitos de grasa

Con el azúcar blanco solemos ingerir muchas Kcal. en poco volumen, esto provoca un pico de glucosa en sangre que el organismo gestiona almacenándolo en forma de grasa.

 

  • Provoca hipoglucemias reaccionales

El azúcar blanco es absorbido fácilmente por el intestino, lo que provoca una subida de glucosa en sangre y en consecuencia un estado de excitación física y mental que va acompañado de una decaída posterior de esta glucosa provocando una hipoglucemia. Estas subidas y bajadas rápidas pueden ir acompañadas de un estado de desánimo, depresión mental, cansancio físico y, además, incita a tomar más azúcar o algunos estimulantes como café o chocolate para volver a encontrarnos bien. Lo que provoca un círculo negativo nada saludable.

 

  • Hiperactividad infantil

Tomar tanto azúcar y productos elaborados con grandes cantidades de azúcar refinado, puede provocar hiperactividad en los niños y un menor rendimiento escolar, ya que tienen mucha dificultad para concentrarse.

Existen estudios que demuestran que retirando el azúcar blanco de la dieta de los niños se mejora el rendimiento es éstos en la escuela y obtienen mejores resultados académicos.

 

Gominolas

 

Tampoco es nada recomendable consumir los edulcorantes sintéticos. A poder ser hay que evitarlos al 100% ya que no son productos naturales y el cuerpo tiene que trabajar en exceso para eliminarlos en forma de toxina.

Y bien, si has llegado hasta aquí, quizás te preguntas: de acuerdo, pero entonces ¿qué puedo hacer para reducir el consumo de azúcar blanco?

Lo más recomendable es disminuir su consumo al máximo e incluso eliminarlo de nuestra dieta. Quizás no te parezca fácil, pero con voluntad, consciencia y constancia, se puedo conseguir. De todas formas, te propongo algunas alternativas mucho más saludables mientras disminuyes el consumo de azúcar blanco refinado:

 

  • La opción más acertada es el azúcar integral de caña (azúcar de rapadura, panela o mascabado).

Es el jugo de caña evaporado por calentamiento o por liofilización. Si es por liofilización, conserva todos los minerales y las vitaminas, por eso se considera integral. Es el más saludable de todos los tipos de azúcar.

 

  • La miel

Es saludable y contiene vitaminas y minerales, pero no se puede abusar de ella ya que hace subir rápidamente la glucosa en sangre. Es importante tomarla en pequeñas cantidades. Es un producto que fabrican las abejas para su subsistencia. Para aprovechar mejor estos nutrientes es imprescindible que no haya sido sometida a altas temperaturas. Es decir, la miel de mayor calidad es aquella que está cruda y que garantiza el aporte de nutrientes.

 

  • La stevia (stevia rebaudiana)

Es un potente edulcorante natural. Procede de una planta de América del Sur. Sus hojas tienen un poder endulzante 30 veces más potente que el azúcar convencional. La stevia no hace subir los niveles de glucosa en sangre por ello es altamente recomendable para las personas diabéticas. Además, si tomamos a menudo una pequeña cantidad, ayuda a disminuir el apetito y el deseo de dulce.

stevia

  • Azúcar de coco

Se obtiene secando la savia que sale de la flor del coco. Contiene vitaminas, minerales, ácidos grasos, antioxidantes y fibra, pero hay que comprobar que no sea refinado. Tiene un índice glucémico de 35, que, comparado con el de 60 del azúcar normal y el de 87 de la miel, no hace subir tanto los niveles en sangre.

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