Con este calor te apetecen platos ligeros, rápidos de hacer, refrescantes y deliciosos, ¿verdad?
Te he leído el pensamiento.
Así que vengo con esta receta de endibias rellenas de verduras marinadas que te va encantar: sana, refrescante y muy fácil de preparar.
Ideal como aperitivo o entrante en una cena entre amigos en verano, pero también un plato ideal para navidad.
¿Y lo mejor? ¡Que el resultado es espectacular!
Pruébala y me cuentas.
INGREDIENTES para 2 personas
– 2 endibias
– 6 rabanitos
– 2 zanahorias pequeñas o 1 grandota
– 1 cebolleta fresca pequeña
– 1/2 pepino
– Alga dulse
– Germinados de fenogreco
– Semillas de girasol y calabaza activadas y deshidratadas o tostaditas ligeramente
– 1 c/s de chucrut
– Zumo de 1 limón y sal marina o 1 c/s de vinagre de umeboshi
– Albahaca, orégano o la hierba aromática que más te guste. Pueden ser frescas o secas, yo las puse secas.
– AOVE (aceite de oliva virgen extra de primera prensada en frío)
PREPARACIÓN
1. Con antelación habrá que dejar marinar las verduritas. Así que, primero, cortamos la zanahoria, el pepino, los rabanitos y la cebolleta bien pequeño todo y lo ponemos en un bol. En este mismo bol rocíamos las verduras con el zumo de limón y la sal, o bien con el vinagre de umeboshi y mezclamos bien. Hay que dejarlo mínimo 30 minutos y si decides dejarlo más rato, no pasa nada. También puedes añadir ahora las hierbas tanto frescas como secas. Si no lo haces ahora, añadelas al final antes de servir.
2. Mientras preparas el plato, pon a remojar el alga dulse. Ésta no necesita mucho rato.
3. Para preparar el plato, separa las hojas de las endibias, disponlas en el plato, que quede bien bonito. Y a continuación ves rellenando las hojas con las verduras con la ayuda de una cuchara.
4. Una vez rellenas es momento de poner los germinados, las semillas y el chucrut. Escurre bien el alga y ponla a trocitos pequeños. Finalmente aliña con un poco de aceite de oliva.
¡Y… listas, deliciosas y saludables! ¡Espero que las disfrutes!
Notas dietéticas
– Las semillas de girasol y calabaza son más fáciles de digerir si las hemos tostado o si las hemos activado previamente.
Para tostarlas en casa hay que hacerlo en una sartén sin aceite y sin dejarlas de mover. No tienen que cambiar de color, hay que hacerlas por separado, las de girasol y las de calabaza (si hiciéramos de sésamo, también) por que tienen diferentes tiempos de tostado. Cuando las saquéis de la sartén, ponedlas en un plato con papel de cocina, para que no se humedezcan.
Si sois crudiveganos o queréis empezar con este tipo de alimentación, entonces hay que activarlas. Las dejaremos en remojo con agua de buena calidad durante toda la noche, unas ocho horas. En boles diferentes. Por la mañana las escurriremos bien del agua de remojo y ya estarán listas para comer.
Un truco práctico es hacer bastantes a la vez para que te sirvan para más de una ocasión. En este caso, una vez escurridas, las pondremos en las bandejas de la deshidratadora y las dejaremos deshidratar unas 12 horas.
Quizá tendrás que ir observando de vez en cuando, tienen que quedar bien secas para poder guardarlas y que no se estropeen.
– Otra idea es añadirle a las verduras quinoa cocida con un poco de tamari (entonces no le heches sal) y consigues otra variedad de la receta también deliciosa, muy nutritiva e ideal para el verano.
– Le queda fenomenal a este plato una salsa de mostaza, o un poco de salsa de tahin con ajito o con aguacate. Yo no la puse para que fuera más ligero, pero estas salsas le pueden dar a la preparación un toque diferente y muy rico. Anímate a probarlo.